1/Julio/2021
Los gatos son curiosos y juguetones por naturaleza y frecuentemente están en busca de nuevos estímulos, el juego es muy importante para ellos no sólo porque satisface esa búsqueda, sino también porque los ejercita y los mantiene felices, previniendo situaciones de estrés y enfado que pueden manifestarse con conductas agresivas o travesuras. Ahora bien, si buscas una opción accesible, puedes fabricar juguetes con materiales reciclados para entretener a un gato.
Carretes de hilo vacíos. Incluso en su estado normal, el gato sentirá fascinación por ver como rueda por el suelo. Pero si quieres añadirle mayor intriga, puedes pintarlas de varios colores llamativos, atarlas de un hilo y colgarlas a distintas alturas en alguna superficie resistente en la que tu gato puede pasar horas balanceándolas.
Rollos de papel higiénico. Una idea sencilla y rápida es recortar los extremos del rollo de tal manera que elabores tiras estrechas, las cuáles se doblarán hacia afuera para conseguir una forma llamativa. Otra alternativa es crear una pelota, para ello cortarás cuatro aros de 6 mm aproximadamente. Después, todo será cuestión de ensamblar los anillos para formar una esfera y fijarlos con pegamento.
Botella de plástico. Puedes hacer un dispensador de comida (popularmente conocido como Kong) con el que el gato pasará varias horas tratando de conseguir su premio. Dibuja varios cuadrados o círculos alrededor de la botella y recórtalos con un cúter. Después, lija las orillas para evitar que tu mascota se lastime. Llena el interior con premios o comida y cierra la botella.
Palillo de madera o popote. Los gatos aún preservan su instinto cazador, por lo que disfrutan juegos que simulan una presa, como puede ser una “caña para pescar”. En este caso, se puede utilizar algún juguete llamativo como un pompón, un ratón de tela, un carrete de hilo o cualquier otro objeto pequeño y atarlo a una cuerda o elástico. La otra punta se sujeta a un palo o un popote, de esta manera tan práctica podremos integrarnos al juego.
Cartón. Por supuesto, todos los gatos deben de tener un rascador que le permita afilar sus uñas, una forma muy sencilla de construir una es convirtiendo una o varias cajas de cartón corrugado en tiras con el mismo largo y ancho. Si tienes la maña suficiente, puedes enrollarlos entre sí y pegarlos para formar una enorme espiral hasta lograr un tamaño adecuado, pero también puedes apilarlos en una caja resistente. Lo mejor es que una vez que desgaste la superficie, sólo hará falta voltear el rascador y así extenderás su vida útil.