¿Qué hacer con tus peces cuando limpies el acuario?

17/Octubre/2019

Realizar una limpieza regular y correcta del acuario es fundamental para mantener la salud de nuestros peces. Sin embargo, la falta de experiencia puede llevar a cometer errores importantes.

Realizar una limpieza regular y correcta del acuario es fundamental para mantener la salud de nuestros peces. Sin embargo, la falta de experiencia puede llevar a cometer errores importantes.

A diferencia de otras mascotas, el cuidado de los peces no requiere una dedicación tan ‘activa’, y precisamente es dicho factor el que genera el olvido o la práctica de una limpieza poco exhaustiva.

De la misma manera, un cambio de agua demasiado frecuente tampoco resulta idóneo para la vida de los peces, pues elimina las bacterias nitrificantes necesarias para el correcto mantenimiento del ciclo biológico del acuario.

Consejos para la limpieza del acuario

  • Acostumbrarse a no sacar a los peces mientras se realiza el cambio de agua. A pesar de que hay una creencia popular que propone el traspaso de los animales a otro recipiente; lo cierto es que el estrés generado o los posibles daños mecánicos en dicha práctica hacen que resulte más recomendable evitarlo.
  • La renovación del agua es parcial con objeto de controlar los niveles de nitritos y amoniaco. El porcentaje de agua extraído dependerá de la frecuencia con la que se realice. Así, los cambios semanales supondrán una renovación del 10 % de la capacidad total del acuario; los realizados cada 15 días del 15 % y las limpiezas mensuales del 25 al 30 %.
  • Por lo general, se aconseja realizar el cambio de agua cada dos semanas, pues demorarlo a un mes supone la manipulación de mayores volúmenes de agua, lo que altera las bacterias beneficiosas del acuario. Para ello, conviene contar con un sifón que por medio de un tubo de plástico permita retirar el agua necesaria, al mismo tiempo que se limpia el sustrato de la pecera.
  • Una vez retirada el agua necesaria, proceder a limpiar los elementos decorativos (plantas, rocas u otros objetos). En el caso de los adornos, siempre que muestren cualquier signo de suciedad deben ser extraídos para ser desinfectados con una mezcla de agua y un 10 % de lejía. En cuanto a las plantas, hay que retirar tanto las partes desprendidas como las que estén en mal estado y limpiar con un rascador especial las que se hayan pegado a los cristales.

Cada una de estas acciones debe realizarse de forma cuidadosa: hay que evitar remover la grava del fondo que contribuiría al incremento de las partículas en suspensión.

  • A la hora de reponer el agua extraída, lo más recomendable es coger el volumen correspondiente y tratarlo previamente con un desclorador que elimine el cloro y resto de impurezas presentes. Sin embargo, en el caso de su ausencia se podrá obtener directamente del grifo y se dejará reposar aproximadamente una hora.

Tanto en una opción como en otra se requiere un acondicionamiento especializado del agua, que incluya las bacterias nitrificantes necesarias para el adecuado ciclo biológico del acuario. También es necesario cerciorarse de que la temperatura del agua sea más bien templada.

  • Cada 15 días o cada mes, siempre evitando que coincida con la renovación de agua descrita, debe limpiarse el filtro del acuario. En este aspecto, lo más adecuado es operar siguiendo las instrucciones particulares del fabricante.
  • Por último, como medida complementaria, puede ser útil hacerse con algún ‘pez limpiafondo‘ que recoja desechos y restos de plantas. Sin embargo, siempre es necesario un asesoramiento previo para evitar incompatibilidad de especies.