¿Cómo afectan los cambios de temperatura a tu gato?

13/Febrero/2019

Los cambios de temperatura pueden tener consecuencias para la salud de nuestros gatitos.

Por ello, tanto en invierno como en verano necesitamos ofrecerles ciertos cuidados específicos para preservar su bienestar.

Riesgos de los cambios de temperatura para los gatos

La temperatura corporal óptima de los gatos varía entre 38 ºC y 39 ºC. En un ambiente favorable, con temperaturas entre 20ºC y 24ºC, los gatos no deberían tener dificultades para regular su temperatura corporal.

Sin embargo, los cambios climáticos para los gatos representan un importante desafío para el mantenimiento de su temperatura corporal. Por esta razón, nuestros felinos suelen sufrir con las variaciones climáticas bruscas o intensas.

A continuación, veremos los principales riesgos del calor y del frío excesivo, así como de los cambios climáticos para los gatos.

Peligros del calor excesivo para los gatos

Aunque a los gatos les encante el calor, las altas temperaturas representan diversos riesgos para su salud. En verano, nuestros mininos necesitan recibir ciertos cuidados específicos para evitar cuadros de deshidratación, mareos y otros síntomas asociados a un golpe de calor.

Hay que recordar que los mininos obesos, y aquellos con pelajes largos o densos, pueden ser más propensos a sufrir con el calor excesivo. Además, los gatos ancianos y los cachorros suelen ser más vulnerables ante un golpe de calor.

Por todo ello, es esencial estar atentos a los síntomas de calor en los gatos para proporcionarles los cuidados adecuados y evitar complicaciones para su salud.

Síntomas de calor en los gatos

Los primeros síntomas de calor en los gatos son poco específicos, y se incluyen las siguientes señales:

  • Debilidad
  • Pérdida de apetito
  • Babeo o salivación abundante
  • Sed excesiva
  • Temblores musculares

Si las temperaturas siguen elevándose, y el minino no recibe los debidos cuidados, pueden aparecer signos más específicos asociados al golpe de calor en los gatos. Entre ellos, encontramos:

  • Movimientos torpes
  • Tambaleo
  • Aceleración del ritmo cardíaco o taquicardia
  • Lengua con color azulado o grisáceo
  • Deshidratación
  • Mareos
  • Desmayos

El golpe de calor en los gatos es extremadamente peligroso, ya que puede llevar a un fallo multiorgánico. Incluso en temperaturas superiores a los 42 ºC, el minino podría sufrir una muerte súbita.

Riesgos del frío excesivo para los gatos

Igual que calor excesivo, el frío extremo también puede traer complicaciones severas para el organismo de nuestros felinos. Como bien sabemos, los mininos no suelen tolerar muy bien las bajas temperaturas, y buscan rápidamente una fuente de calor.

Durante el invierno, debemos estar especialmente atentos para prevenir un cuadro de hipotermia en los gatos. En especial si vivimos en una región que registra temperaturas muy bajas o cambios climáticos repentinos. Además, los gatos cachorros o ancianos necesitan cuidados especiales, pues son más vulnerables a las adversidades climáticas.

Síntomas de frío en los gatos

Cuando las temperaturas bajan de forma brusca o intensa, suelen aparecer los primeros síntomas de frío en los gatos, tales como:

  • Temblores
  • Rigidez muscular
  • Pérdida de apetito
  • Cambios de comportamiento: debilidad, aislamiento, falta de energía…

Cuando la temperatura corporal desciende de los 36 ºC, pueden aparecer unos síntomas de hipotermia en los gatos. Este cuadro incluye una sintomatología compleja que suele avanzar rápidamente y ocasionar un debilitamiento severo del cuadro de salud de los mininos.

Las principales señales de hipotermia en los gatos son:

  • Mirada fija
  • Pupilas dilatadas
  • Dificultad para respirar
  • Alteración del ritmo cardíaco
  • Presión baja
  • Estupor
  • Desmayos
  • Estado de coma
  • Muerte súbita

¿Cómo prevenir los riesgos de los cambios de temperatura para los gatos?

La mejor manera de prevenir las consecuencias negativas del calor o del frío para nuestros mininos es no exponerlos a los cambios climáticos. Para ello, necesitamos mantener temperaturas estables en el hogar, para lo que se puede contar con un sistema de calefacción en invierno y de refrigeración en verano.

Es importante recordar que la calefacción y los acondicionadores de aire suelen resecar el aire, lo que puede afectar al sistema respiratorio de nuestros felinos. Por ello, se recomienda pulverizar el ambiente con agua limpia y fresca al menos dos veces al día.

Por otra parte, será esencial proporcionar un refugio a nuestro gato, donde se sienta cómodo, seguro y protegido. Además, dejaremos a disposición de nuestro minino una caja de cartón con una manta y sus juguetes favoritos en su interior.